Colektia, la startup que está renovando la gestión de cobranza con inteligencia artificial en América Latina
Esta fintech aprovecha la inteligencia artificial para hacer más amigable y eficiente la cobranza de las empresas. Puede aumentar hasta un 75% la efectividad al contactar a los clientes con deudas.
Autor: Franck Velázquez
¿Alguna vez te han llamado para decirte que pagues tu deuda? Seguramente tuviste una mala experiencia y colgaste el teléfono. Así como tú, hay millones de personas que todos los días reciben llamadas de los despachos de cobranza, y las evaden por la mala atención que reciben.
La realidad es que el proceso de cobranza suele ser invasivo con llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos poco amigables, incluso intimidantes. Y no solo eso. Esta situación genera un problema grave en las instituciones financieras ya que enfrentan dificultades para cobrar, y por ende, afecta sus ingresos.
Gabriel y su hermano Oswaldo Monroy, originarios de Venezuela, identificaron estos puntos de dolor y decidieron hacer algo al respecto. ¿Cómo mejorar el proceso de cobranza y la atención con tecnología? Fue la pregunta que se hicieron y qué detonó la creación de Colektia, una startup que está transformando la gestión de cobranza con inteligencia artificial. Es una de las startups pioneras en el uso de esta tecnología en este sector.
Colektia ayuda a las empresas con la gestión de cobranza a través de un proceso digital, remoto y automatizado utilizando algoritmos de inteligencia artificial, modelos predictivos y bots. Además, ayuda a las personas a pagar sus deudas con otro esquema de financiamiento.
Para esto desarrollaron dos productos basados en inteligencia artificial. El primero es una plataforma con algoritmos predictivos que analizan la data de los clientes, para predecir el mejor día, la mejor hora y el canal más adecuado para contactarlos, y así aumentar las probabilidades de pago.
Con esta solución que funciona como una API de inteligencia artificial, el proceso de cobranza es más efectivo y menos invasivo. Cabe mencionar que Colektia le compra a las empresas financieras sus carteras de crédito de consumo y tarjetas de crédito para aplicarles su modelo de gestión de cobranza que desarrollaron in-house.
El segundo producto es Alivia, una plataforma financiera que brinda opciones de pago para que las personas liquiden sus deudas en cuotas flexibles y de acuerdo a sus posibilidades. Es importante mencionar que Alivia no ofrece préstamos para pagar las deudas. En realidad lo que hace esta empresa es financiar los adeudos de las personas directamente a las instituciones financieras, y a partir de entonces, el deudor obtiene un nuevo plan de pagos que debe hacerle a Alivia.
De esta manera, ayuda a las personas a salir de sus deudas y a mejorar su historial en el buró de crédito, para que después puedan seguir teniendo acceso a servicios financieros. “Realmente lo que queremos y pensamos es que la mejor forma de cambiar esta industria es reinsertando a millones de personas al sistema financiero”, dice Gabriel.
Hoy, Colektia opera en Chile, México, Perú y Colombia. Su modelo de negocio es B2B y B2C que les permite cobrar una comisión por recupero o por consumo de la API de inteligencia artificial que comercializan. Detrás de esta empresa hay grandes fondos de venture capital como Angel Ventures, Mountain Nazca, Kayyak y Wayra, entre otros más que han impulsado su crecimiento con inversión. Entre sus clientes más grandes están Rappi, Nubank, Claro e Interbank.
El inicio de la historia
Una experiencia personal fue lo que motivó a Gabriel y Oswaldo a fundar Colektia. “Cuando éramos niños, mi papá que también era emprendedor, tuvo algunos problemas con su empresa. Quedó endeudado y en buró de crédito. A partir de ese momento, comenzó una situación muy fuerte en la familia”, recuerda Gabriel. Afortunadamente, tiempo después lograron superar esta situación.
Gabriel y Oswaldo siguieron el ejemplo de su padre al emprender por cuenta propia. Antes de Colektia fundaron su primera empresa llamada Grupo VS que cerró después de tener mucho éxito debido a la hiperinflación y la devaluación de la moneda que sufrió Venezuela en 2017. La empresa perdió mucho dinero porque no podía cobrar a tiempo a los deudores, justamente por la crisis económica que había en ese momento y que afectó la economía de las personas.
Estas dos experiencias les permitió entender el problema que se vive en la cobranza desde la raíz, tanto del lado de las instituciones financieras para recuperar sus carteras vencidas, como del lado de los deudores al pagar sus deudas. Por un lado, su padre quedó endeudado y en buró de crédito, y por el otro, su primera empresa cerró porque no podía gestionar la cobranza.
Además de vivir personalmente esta situación, identificaron una oportunidad importante en el mercado. “Nos dimos cuenta que la industria estaba rota. A pesar de que la tecnología ha cambiado nuestras vidas, no había llegado a la cobranza”, dice Gabriel. Fue así como decidieron crear Colektia para mejorar el proceso de cobranza con inteligencia artificial, después de participar en un programa de Startup Chile que buscaba proyectos de todo el mundo para desarrollarlos en ese país.
“Oswaldo y yo decidimos dejar todo en Venezuela. Tomamos una maleta, nos mudamos a Chile con todo y la familia. Dijimos: Aquí no hay vuelta atrás, tenemos que hacer algo, no hay billete de regreso”, agrega Gabriel.
El desarrollo del producto
No es casualidad que el core de Colektia sea 100% tecnológico. Desde pequeño, Gabriel siempre fue muy curioso en temas de tecnología. De hecho programa desde los 12 años. Gran parte de su trayectoria profesional se formó en IBM desarrollando proyectos de Big Data para grandes instituciones financieras en la región.
Antes de salir oficialmente al mercado, lanzaron su primer piloto. Fue una plataforma con un modelo predictivo que analizaba la información de las personas para crear estrategias personalizadas y así poder contactar a los clientes de manera efectiva. Prácticamente estaba centrada en mejorar la experiencia de cobranza.
Sin embargo, al tratar de ejecutar la estrategia se dieron cuenta que tenían que regresar un paso atrás en el desarrollo del producto. “Vimos que las plataformas que usaban nuestros clientes eran bastante obsoletas. Nos dimos cuenta que teníamos que construir nuestra propia plataforma justamente para automatizar ese proceso de omnicanalidad. Es decir, poder contactar a todos los deudores o a todas las personas en distintos canales, a distintas horas y tener esa flexibilidad de ir de un canal a otro”, dice Gabriel.
Este fue uno de los aprendizajes más grandes que tuvieron en cuanto al desarrollo de producto. De hecho, Gabriel recomienda tomarlo en cuenta a todos los emprendedores que quieren desarrollar productos de inteligencia artificial. “A veces el problema que quieres resolver o la industria que quieres atender, requiere que des un paso atrás. A la mejor primero necesitas automatizar y luego ya piensas cómo puedes meterle inteligencia artificial”. Hasta ahora han desarrollado más de 15 algoritmos de inteligencia artificial, además de varios modelos predictivos y bots de cobranza.
Abriendo el mercado
La realidad es que cuando Gabriel y Oswaldo empezaron a construir las primeras versiones de este producto, la inteligencia artificial era mucho más incipiente que ahora. En latinoamérica no había muchas startups aplicando esta tecnología. Hoy existen alrededor de 490 startups de inteligencia artificial en la región, de acuerdo con la segunda edición del reporte de Inteligencia Artificial de Endeavor. Tan solo en julio de este año, fue la segunda vertical que recibió más inversión de venture capital en América Latina con US$5.8 mil millones, después de healthtech y biotech, según Crunchbase.
¿Cuál era la visión de Gabriel cuando empezaron Colektia y cómo se imaginaba que iba a ser el futuro de la cobranza con inteligencia artificial? La visión sigue siendo la misma. “Nosotros no pensábamos que esta tecnología iba a despedir todo el call center, al equipo de cobranza y que la empresa se quedaría con unos robots, unas máquinas, o un ‘terminator’ cobrando. Más bien creo que la inteligencia artificial va a empoderar a otro tipo de cobranza para ayudarnos a ser más eficientes”, afirma el emprendedor.
Sin embargo, considera que aún con el uso de esta tecnología, las empresas necesitan un equipo de personas. “La inteligencia artificial es muy buena para hacer predicciones, analizar data y generar o reconocer patrones, pero se necesita el poder de negociación, la empatía y todas esas habilidades que solo puede tener el ser humano”, agrega Gabriel.
“Yo creo que la inteligencia artificial va a permitir que tu equipo esté menos preocupado de las actividades en donde no somos tan buenos, para que solamente se enfoque en las labores donde aportan más valor como humanos”, dice Gabriel.
Gracias al uso de esta tecnología, las empresas pueden ahorrar el 50% en costos de gestión y reducir hasta un 50% el tiempo que dedican a la cobranza. Además, llega a reducir el 90% de la intervención humana, y aumenta un 75% el nivel de éxito al contactar a los clientes con deudas. Gabriel comenta que han visto mejoras de un 30% en promedio en la recuperación de carteras, y hasta la fecha han realizado más de 1.6 billones de transacciones.
Rompiendo paradigmas en la industria
Conseguir estos resultados no fue una tarea sencilla de lograr. Hubo varios retos en el camino. Dos de los más grandes, fueron vencer la resistencia al cambio y que dejaran de ver la inteligencia artificial como una amenaza. Gabriel revela que en aquel momento muchas personas no creían en lo que estaban construyendo, y pensaban que estaban locos, porque su solución rompía totalmente con el status quo, con la manera tradicional de gestionar la cobranza.
“Fue muy complicado porque no solamente es cambiar una industria, también es cambiar la forma en cómo se ven a los deudores. Dejar de verlos como criminales y entender que muchas veces las personas no pagan porque no pueden o porque tienen un problema, y no es porque realmente no quieran”, dice Gabriel.
Las oportunidades de crecimiento que tiene Colektia son grandes si consideramos el tamaño de mercado que hay en América Latina, y el incremento que se está dando en el uso de inteligencia artificial. Hoy existen más de 60 mil millones de personas en la región con problemas de deudas, según la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban). Es un segmento que la startup puede atender durante los próximos años.
La inteligencia artificial está tomando fuerza en todo el mundo, y cada vez más empresas empiezan a implementarla para optimizar procesos, mejorar la eficiencia en las operaciones o la atención al cliente, justo como lo está haciendo Colektia. Es un ejemplo de cómo tu startup puede sacarle provecho, y que para crear una empresa exitosa no se necesita inventar el hilo negro, basta con hacer girar la rueda mucho más rápido con tecnología.
Espero que esta historia te haya inspirado y motivado a implementarla.
Si ya la estás usando en tu empresa, cuéntame en los comentarios cómo la estás implementando y qué beneficios te está generando.
